Todo nuestro odio es producto de un mundo que nosotros creamos.

Flectere si nequeo superos, acheronta movebo

viernes, 6 de diciembre de 2013

Volviendo al pasado.

"Muchos investigadores utilizan la clasificación de Elman R. Service a la hora de identificar las sociedades paleolíticas. La mayoría de éstas son consideradas bandas, grupos pequeños de cazadores-recolectores nómadas, de carácter igualitario, sin claras diferencias entre sus miembros, sin líderes formales y que vivían en campamentos estacionales o cuevas. Al ser de reducido tamaño, en estos grupos no debía existir ni especialización ni división del trabajo: cada miembro del grupo era capaz de hacer de todo para sobrevivir, al margen de las capacidades individuales, mayores en unos individuos que en otros. Dado el dimorfismo sexual propio de los hominidos, es posible que hubiese un cierto reparto de tareas entre sexos (en aquellos casos en los que la potencia física fuese esencial o se produjese un embarazo). Y, quizás también, en función de las edades.

El acceso a la mayoría de los bienes, de carácter colectivo, debía ser libre. Algunos serían de uso privado (como las herramientas, ropas o adornos) pero la posibilidad de robo sería muy reducida: por la movilidad implícita a su tipo de vida (lo que limitaría la capacidad de acumular bienes) y por los sistemas de intercambio recíproco, que serían los predominantes. Tampoco sería habitual la guerra (aunque la entendamos en su sentido más amplio, como conflictos armados entre grupos de personas) y así lo parecen corroborar la ausencia de indicios arqueológicos claros. Muchos autores relacionan los sucesos bélicos con la aparición de las jefaturas y los estados, pero hay antropólogos que opinan lo contrario." - Wikipedia, paleolítico.

La historia es un reflejo de lo que seremos, el mundo vivía en paz hasta que aparecieron los estados y las jerarquías, si bien es cierto que la población mundial a aumentado, y que hemos evolucionado, debemos mirar al pasado para ver nuestros errores. El estado, uno de los mayores errores del ser humano, que lo único que hace es dividir el mundo, no es necesario. Existen otros métodos, otras formas de organización que no requieren de estados ni fronteras, que no nos dividen, hemos evolucionado basando nuestra sociedad en una idea primaria equivocada, la idea de que siempre debe haber un jefe, alguien superior, cuando abandonemos esa absurda idea, entonces, y solo entonces, podremos empezar a sentar las bases de una sociedad igualitaria y libre de verdad.

Nadie es superior a nadie, nadie es mejor que nadie.

No hay que vivir en el pasado, pero mucho podemos aprender de él, solo debemos leer aquello que nuestros ancestros nos dejaron escrito, en paredes, en sus huesos... una vez aprendamos del pasado, podremos ver nuestros errores, corregirlos, y tener un futuro que merezca la pena.


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